Biblioteca

La historia es de los hombres, no nos contiene ni nos relata, en ella no existimos, esa no es nuestra historia. Somos extranjeras en ella y nuestros relatos han sido invisibilizados y borrados.

Hay un vacío histórico que es el de las mujeres. Este vacío desequilibra la civilización vigente, por tanto todos los modos en que nos relacionamos (entre nosotros, con la naturaleza, los animales y nuestro entorno) y perpetúa las lógicas de dominio y su depredación.

No hay cambio posible sin una conciencia del vacío histórico de las mujeres, sin una mirada irreverente de lo establecido, para hacer otra historia, fuera del relato del vencedor-vencido donde ni siquiera existimos. Para hacer una historia en la que nos podamos reflejar, una historia donde podamos conocer a las mujeres pensantes, las mujeres rebeldes y aprender de esa experiencia, para no volver a sentir que cada paso y cada “atención” política, es partir de cero y/o tomada por el patriarcado y salirnos del devenir de la nada intencionada en que nos tienen.

No se trata de rellenar la historia patriarcal ya que nunca podremos suplir esos dos mil o seis mil años de vacío; se trata de armar un corpus cultural distinto, que nos de pistas y tener la posibilidad de generar el cambio civilizatorio que urgentemente necesitamos como humanidad.

Actualmente hay conciencia de buscarnos en esa negación, investigar, existe una producción de pensamiento, las mujeres sí han hecho historia pero está sin relatos, sin una memoria pensante que nos sirva y ha sido borrada. Lo que está haciendo la academia no nos sirve, la historia de género no nos sirve, no nos sirve la historia “contraparte”, la historia que incluye a la masculinidad y feminidad como dos constructos distintos y complementarios, como objetos de estudio, como “categorías”, sin advertirlas como construcciones culturales que han marcado y negado la existencia y los cuerpos de las mujeres que son las que se han rebelado constantemente.

Hay que estudiar, hay que saber lo que nos ha hecho el patriarcado y las consecuencias de tener esta mirada sesgada. Hay que leer a otras mujeres que nos han dado pistas, para no pensar que somos las únicas, para entender que esta historia tiene siglos y que, podemos releernos en ella.

Es la única manera de liberarnos… y revertir los desequilibrios de esta pesadilla patriarcal (Y SER FELICES TODOS INCLUÍDOS LOS PÁJAROS Y LA NATURALEZA, hasta los hombres que tendrán que llorar sus pérdidas).

Esta biblioteca es una propuesta de seguir haciendo genealogía y lograr un hilar histórico de las mujeres, con otros tiempos y otros espacios, espacios desconocidos de otras civilizaciones, ahora sí equilibradas.

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